"ALICIA: La mirla Alicia solo quiere cantar, volar por el cielo y descansar en un árbol. Se siente en pleno contacto con la naturaleza. Ella puede vivir con muy poco; le basta con un par de gusanos o lombrices. Le gusta la vida social y el espectáculo. También le gusta el poder, pero prefiere no ser el centro de atención; ella está conforme con un cargo de asistente. Termina con el grupo más por curiosidad y aburrimiento que por necesidad. Ella no necesita la comida por la que los otros tanto luchan."

"BLANCO: Este palomo no les teme a los humanos ni a los perros ni a los gatos. Lo soltaron en la Plaza de Bolívar hace muchos años, y está acostumbrado al tumulto, a los turistas, a las protestas y al tránsito capitalino. Blanco es un guerrero, al igual que las docenas de palomas que se encuentran en el centro de la ciudad. Él le hace el quite a las crisis y siempre vuelve a su puesto en la plaza. Es un ave adaptable y popular que quiere lo mejor para su grupo."

"CHESCA: La vida es dura en las calles para Chesca. Desde pequeña aprendió a rebuscarse la comida en las esquinas, y a restregarse en los pies de los humanos para provocar ternura y ganar algún bocado de pan. Ella entiende lo dura que es la vida para los menos favorecidos, y trata de defenderlos de las injusticias de los animales más grandes y poderosos. Le gusta Odín, pero pronto se entera de que es un gato castrado. Aun así, disfruta la compañía de otro gato independiente y libertario como ella."

"EL BRUJO: Algo muy malo le pasó al Brujo en la Plaza de Toros de La Macarena, pero a él no le gusta hablar de ello. No le gustan las situaciones violentas porque le traen malos recuerdos. Este toro tiene gran empatía y consciencia sobre el bienestar de los otros animales. El Brujo, ante todo, es un pacifista. Solamente utiliza su fuerza física e imponente figura cuando debe defender a un miembro de la manada de un peligro o agresión."

"LA MOSCA EN LA PARED: Una refinada mosca amante de las infusiones y estudiosa de la historia observa sin entrometerse las aventuras y dificultades de los animales de Alfa. Ella observa este experimento social con un ojo casi científico: genera hipótesis, analiza la información presentada, encuentra paralelos con la historia de la humanidad. Lo suyo no es actuar, sino presentar y comentar lo que sucede. Es una cronista con alas."

"LOLA: Esta rata tiene muchas bocas que alimentar. Es madre soltera de 7 ratitas, y vive por ellas. Haría cualquier cosa por sus hijitos. Lola prefiere la compañía del grupo y la protección que este le ofrece a ella y a su familia. Sabe que necesita de su comunidad para salir adelante. Sueña con darle una mejor vida a sus ratitas, pero sabe que cada día trae su lucha, y que ella debe aportar a su comunidad con su trabajo. Es un animalito social y dispuesto a ayudar al resto de su manada."

"MARLA: Esta perra criolla aprendió a luchar por un trozo de carne a los tres meses de edad, cuando su mamá desapareció. Siempre ha estado sola contra el mundo. Ahora que todos estos animales la siguen en busca de comida y protección, ha encontrado ayudantes y sirvientes. Pero Marla entiende que debe protegerlos, proveer comida para ellos y asegurarse de que sus necesidades estén resueltas. Formar parte del grupo le ha dado un sentido de propósito que nunca había sentido"

"MOTEADA: La Moteada es una paloma de costumbres. Ella vuela hacia donde los otros vuelan, porque sabe que así evita los peligros y encuentra comida más fácilmente. Ella se mueve con su clan de palomas e imita los comportamientos de los demás para no desentonar. Cree en el valor del orden y las tradiciones. Secretamente piensa que las palomas son mejores que los otros animales del grupo, pero prefiere no decirlo en voz alta."

"ODÍN: Este gato era el rey de su casa, pero un día su humano salió con una maleta y no regresó. Odín cree que debe estar atrapado en algún lugar. Permanece con los otros animales porque así es más fácil sobrevivir. Es un gato independiente y egoísta, pero con el paso de los días le ha cogido cariño a su nueva familia, y se preocupa por el bienestar y seguridad de Chesca, la gatita callejera. Espera el momento en que su humano vuelva a rescatarlo, pero no quisiera abandonar a su nueva familia."

"OREJAS: El perro más fuerte debería ser el alfa de la manada. Pero Orejas es un Pastor Alemán tosco y no tiene habilidades sociales. Prefiere seguir a Marla y defenderla de cualquier peligro. Es leal y obediente a los perros del grupo, y mira con desconfianza a los otros. Tiene tendencias autocráticas, y utiliza la fuerza para asegurar su dominancia. Ante un peligro externo, no duda en defender a su manada."

"RAMONA: La vaca Ramona sabe lo que es sentirse una esclava, que la estén manoseando todos los días para sacarle provecho. Paradójicamente, ahora que nadie la ordeña, le duele la ubre con frecuencia. Ramona no tiene iniciativa, pero no es por falta de carácter, sino porque la educaron para estar amarrada en un potrero, dar cría, comer pasto y dar leche. Esa ha sido su vida hasta ahora, pero la pandemia la ha obligado a salir de su potrero y cambiar su vida."

"ROGELIO EL CANGREJERO: Le dicen el cangrejero, pero él siente que es un nombre despectivo. Se hace llamar Rogelio. Algún día escuchó el nombre y le gustó. Este zorro cangrejero ha bajado de la montaña a buscar alimento ahora que los humanos han desaparecido. Acostumbra a robar comida y guardarla en su madriguera. Le gusta acumular para los días de escasez. No lo culpen; él simplemente es un zorro, y ese es un comportamiento aceptado dentro de su cultura. ¿Qué hay de malo en llevarse una tajada?"

"TOMMY: Los dueños de este Pincher miniatura le cortaron la cola y las orejas. Él todavía no lo olvida. Sabe que los humanos pueden ser crueles, así como los demás animales. Busca la protección de sus amigos, y agradece la seguridad de la manada. Pero ser un perro chico tiene sus ventajas: los otros no notan cuando roba un bocado de comida o algún objeto de su interés. Acostumbra a ladrarle a los animales más grandes porque secretamente tiene sueños de grandeza."

"WALDO: Hacia el final de la temporada, llega un migrante al grupo: una zarigüeya llamada Waldo. Lleva días caminando por las calles de la ciudad, buscando que alguien lo reciba. Escapó de una casa a la que lo habían llevado como mascota. Se ha encontrado con varias manadas y jaurías en su caminata, y todos lo han mirado con desconfianza. Espera que este grupo lo pueda acoger, y está dispuesto a trabajar para ganarse un lugar."