El reto consiste en reducir el hambre al cero por ciento
Seguramente has sentido hambre, ¿verdad? Cuando no comes a tiempo o en el momento en que el siempre estás acostumbrado/a, esto suele traerte, a veces, dolor de estómago, de cabeza y hasta mal humor, ¿no es así?
Ahora bien, imagina lo que se puede sentir con el estómago vacío por medio día, un día entero o hasta tres días seguidos. Pues, esta sensación la tienen más de 690 millones de personas en el mundo, según Naciones Unidas.
Por eso, reducir el hambre en el mundo a cero es una misión que se han propuesto más de 193 países, y se convirtió en el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible más importante, pues no solo una alimentación adecuada es un Derecho Humano, si deseamos aumentar la productividad y tener un mejor planeta para el 2030 es necesario que todos sus habitantes se encuentren sanos y sin necesidades alimentarias.
¿Cómo lograr que nadie vuelva a tener el estómago vacío?
Una de las metas principales para poder reducir el hambre, según Naciones Unidas, es asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción.
¿Qué quiere decir esto? Que los gobiernos y las autoridades competentes deben motivar a la creación y fabricación de productos del campo que sean sanos y a prácticas que contribuyan al medio ambiente.
¿Te has preguntado por qué en el campo nunca falta la comida? Porque es allí mismo donde se produce, por eso, es de vital importancia promover la agricultura y mejorar la calidad de vida de todos los campesinos.
Sin embargo, las instituciones estatales no son las únicas que tienen una misión para poder cumplir este objetivo en el 2030, pues, nosotros, como ciudadanos, podemos emplear prácticas que impacten positivamente a otros directamente o a nosotros mismos.
¿Crees que en Colombia todas las personas se van a dormir bien alimentadas? Pues te traemos una dura cifra, según el Índice de Desnutrición Crónica 2020, creado por la Fundación Éxito, el 26 % de los municipios del país está en situación crítica de desnutrición y el 36 % está en una situación media, con un alto riesgo de caer a los niveles inferiores por los efectos de la pandemia.
Esto quiere decir que, si antes de la pandemia muchos de nuestros niños tenían altos índices de desnutrición, después de esta situación mundial, habrá un incremento en estas cifras, pues, para nadie es un secreto que la pandemia no solo tendrá un impacto directo en la salud física y mental de los colombianos, también lo tendrá en su economía, y en consecuencia, en su alimentación.
Si bien las estadísticas son alarmantes, aún podemos hacer mucho por contribuir a que nuestros niños y niñas tengan una mejor alimentación. Es misión de todos ayudar.
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