La identidad de género no está relacionada necesariamente con el sexo biológico y es más bien un sentimiento profundo que surge en cada individuo. En este capítulo se reivindica el derecho a que te llamen y te traten como te sientes.

Expresión de género no es lo mismo que identidad u orientación sexual. Expresarse tiene que ver con quién eres, tus gustos, qué mensaje quieres enviar a la sociedad, con descubrir y decirle a los demás: así soy yo.

Nuestros sueños, el deseo de hacer cosas bellas, descubrir nuevos mundos, de luchar por ideales y el impulso de ser felices no tienen género. Son las habilidades que hacen valiosos nuestros roles en la sociedad.

La búsqueda de la orientación sexual es un proceso igual de natural a la búsqueda de expresión e identidad de género. Pero en este descubrimiento existen algunas banderas rojas que mencionamos en este capítulo.

Se vale no estar de acuerdo y eso no tiene nada de malo, a menos que esas opiniones de los demás hagan sentir menos a otras personas por su raza, por su género, orientación sexual o clase social.

El sistema binario limita la expresión y la identidad de las personas. Es hora de deshacerse de las creencias que nos hacen odiar y lastimar a los demás, lo normal es que todo cambie para que la vida y la humanidad siga evolucionando y progresando.