Las marcas de la pólvora

Capital Noticias conoció la historia de un hombre con limitaciones debido a las marcas que le dejó la pólvora a sus cinco años. Según el Instituto Nacional para ciegos, el 70% de los problemas visuales son prevenibles, por lo que recomienda no manipular estos elementos pirotécnicos para evitar consecuencias visuales. https://www.youtube.com/watch?v=ilWvk4zTXYM Luis Jorge López es víctima de la pólvora, a sus cinco años de edad por salvar la vida a un grupo de niños que jugaban con estos elementos perdió partes de su cuerpo. "Llegué y ya estaba recalentado, lo cogí, di media vuelta para la quebrada y cuando di la media vuelta, pumm... se me estalló y la explosión me perjudicó en la mayoría a mí. Pero con mi cuerpo los salvé a ellos, de ellos ninguno quedó con limitación". La pólvora le dejó como consecuencia limitaciones físicas: "Perdí un ojo izquierdo, se voló, el ojo derecho en un 20 por ciento, cicatrices en las rodillas, en las piernas, en la mano derecha, casi se me va también y la que sí resultó afectada fue la izquierda". El polvo explosivo marcó la vida de un niño que hoy en día busca generar conciencia en los ciudadanos que insisten en manipular la pólvora. "No cojan la pólvora de juguete, de ninguna diversión, por favor, no sigamos acabando con nuestras vidas y dejarlas a medias, porque eso es lo que deja la pólvora, personas a medias, a media vida", afirma Luis Jorge López.

El 70% de problemas visuales son prevenibles

Por su parte, el Instituto Nacional para ciegos le recomienda a los ciudadanos alejarse de estos elementos que dejan huella en la vida. Carlos Parra Duzán, director de este Instituto sostuvo que: "el 70% de problemas visuales son prevenibles, tanto como pólvora, licor adulterado, como manipulación, como automedicarse, como el tatuaje permanente o maquillaje permanente, conduce a problemas oculares que en su mayoría el 70% se pudo haber prevenido". Usted puede comunicarse a la línea de emergencias 123 ante cualquier inquietud referente a la pólvora y así salvar la vida a cientos de ciudadanos. Por: Catherine Solanilla