Sigue creciendo el número de carpas en el Campamento por la paz

Tras la Marcha del silencio convocada por una veintena de universidades colombianas y que contó  con la participación de miles de ciudadanos, un grupo jóvenes decidió quedarse acampando en la Plaza de Bolívar para exigir acuerdos ya entre el Gobierno y las Farc.

El denominado “Campamento por la paz” se inició el pasado jueves con dos carpas y hoy, en su quinto día, ya son 56 car-paz, como las llaman ellos.

“Nuestra resistencia por la paz es para que se mantenga el cese bilateral, se llegue a un acuerdo inmediato y hacerle un tributo a las víctimas”, explicó Manuel Echavarría, vocero del grupo.

A ellos se  han sumado varios extranjeros, quienes piden renegociación urgente. Maitane Egido, una ciudadana española que sufrió por las acciones del grupo terrorista Eta, se sumó a los colombianos que ahí duermen. “Aquí hemos llegado cada uno y estamos aprendiendo según la marcha y lo que está sucediendo. Lo que siempre hay es amor, buena acogida y muy buenas relaciones”, cuenta la mujer.

Nadir Ramírez es un argentino que también decidió tomar esta causa como propia. “Colombia es el último país de Suramérica que tiene sistema armado y no se respetan los derechos humanos.  En realidad  no existe ningún otro país en la región que tenga más de cincuenta años de guerrilla global y económica”, explicó con preocupación.

No solo jóvenes duermen en la emblemática plaza de la capital del país. Esto se ha convertido en un escenario de paz para personas de diferentes edades, como Martha Varón, una colombo-venezolana que pide que el Gobierno también escuche a esa población residente en el país vecino.

“Estamos un grupo aquí para decirles a quienes tienen que tomar las decisiones que piensen en que nosotros queremos retornar. Nos fuimos por la violencia”, explicó Martha.

Se espera que unos 500 indígenas del Cauca se sumen al Campamento por la paz. En la Plaza dicen que los recibirán con los brazos abiertos.