Conoce lxs protagonistas de Rompiendo Moldes

juan.uribe

7 Diciembre, 2023

Es difícil pero maravilloso ser adolescente, y más difícil y maravilloso aún, no encajar en los moldes de género de un mundo binario al que le cuesta aceptar nuevas formas de vivir y sentir. Esto es lo que nos expone Rompiendo Moldes, serie asesorada y protagonizada por chicxs, en su mayoría LGTBIQ+ que representan la diversidad de identidades.

Mira también: una serie para abrazar infinitas formas de ser

Ellos, ellas y elles, con tono alegre, dinámico, irreverente y divertido, pero también con profundidad y visión crítica, nos contarán cómo han roto los moldes sociales y culturales. ¡Te presentamos a sus protagonistas!

Chicxs que se atrevieron a romper moldes

Anix (Elle)

Solo alguien con gran ingenio y humor puede tener dos fechas de cumpleaños al año, el 19 de enero que es su día de nacimiento y el 8 de agosto, simplemente porque le gusta ese número.

Es consciente del privilegio que tiene al ser aceptade por su entorno y sus seres queridos, y por las habilidades académicas y artísticas que le permitieron reconocerse. Pero eso no impide ser empátique con los que no cuentan con la misma suerte y deben superar situaciones de discriminación y rechazo, incluso dentro de sus propias familias.

Práctica danza moderna y circo, lo que le da cierta presencia escénica y habilidades para la presentación. Es tode une activista de la causa LGBTIQ+ y está convencide de que cada quien tiene su propia normalidad, porque lo normal es expresar la identidad como cada quien la sienta.

Dassie (Ella)

Es una mujer transgénero, modelo y actriz que tiene mucho que contar y por eso estudia actuación. Quiere ser un gran referente para aquellas personas que se sienten excluidas, reprimidas, confundidas, así como alguna vez ella se sintió. Sufrió discriminación en muchos entornos, incluso dentro de su propia familia.

Dassie quiere decirle a otros que no está mal ser diferentes, no está mal ser únicos.

Eli (Elle, ella, él)

Le encanta el rosado, está en grado 11 y es parte de la comunidad trans. Se identifica como género fluido.

Para elle es muy difícil vivir en un mundo donde no respetan la identidad, no se considera mujer, ni tampoco hombre y su misión es romper con todos esos estereotipos. Le gustaría participar en cualquier proyecto que promueva la diferencia, el respeto y la inclusión.

Joan (Elle, ella, él)

Su vida es de diversidad, resistencia y una lucha constante para un mejor mañana.

Se identifica con el género no binario y siempre ha tratado de llevar una relación de sinceridad con sus padres, de hacerlos parte de su proceso y enseñarles que un hombre también puede usar una falda o que dos chicas pueden estar juntas.

Para elle es importante descolonizar la sociedad y la mente para que las nuevas generaciones puedan crecer en un ambiente menos machista. Romper estigmas siempre va a levantar críticas, va a haber momentos de lucha y momentos de estar a la defensiva, pero trabaja en sí misme y en estar bien.

Sara (Ella)

Es pansexual, le gustan las mujeres y también darse duro con los hombres, pero no es lo que se imaginan: le gusta jugar rugby con los hombres donde se pegan, se taclean y piensa que aun así, este deporte sigue siendo seguro para las mujeres.

Lo que más me gusta es romper muchos paradigmas: es feminista, activista completamente del vello corporal y es por ahí donde rompe estos estereotipos de género y esta heteronormatividad.

Daniel (Él, Elle)

Es muy versátil, puede llegar a ser muy femenino o muy masculino o simplemente ser un elle y no identificarse con ninguna de esas dos categorías. Sin embargo, el término que más le gusta es no binarie.

Para Daniel, la gente solo tiene dos cajones para clasificar a las personas hombre o mujer “¿Y no hay un cajón para los que no cabemos en ninguno de los dos? ¡Vamos a romper con esos estereotipos!”. Por eso se inventó tres personajes: Gótica, toda una diva; Rodríguez, un hombre con carácter militar; y Veneno, la que más ama porque es grotesca, extrovertida y puede ser hombre o mujer.

Klem (Él)

Ya que no hay una sola manera de ser no binario se llama Clem… Clemen… Clementin… Clementina. Es antropoloco, bailarín de tango, amigo, hermano, primo, hijo, y también padre gatuno. Ha tenido ansiedad, depresión, anorexia, bulimia, intensidad, dramatismo y perfeccionismo. El binarismo entre ser hombre y mujer la han llevado a disociarse y a alejarse durante mucho tiempo.

Su postura ha sido tomar lo que le sirve y vivir su vida acorde con los referentes que le hacen sentir bien consigo mismo. Algo que le alivió mucho fue cambiarse el nombre, porque cuando nació Clem, le trajo mucha paz y ha sido uno de sus grandes logros en su proceso de identificación.

Jema (Él, ella, elle)

Tiene 20 años, es libra y estudia artes visuales en la Universidad Nacional. Cuando nació sus padres ya eran muy mayores de manera que existe una gran brecha generacional.

La fotografía, el video, la performance y cualquier arte que esté relacionado con su cuerpo, le han ayudado a encontrar algunas respuestas. Incluso asegura que la danza le salvó la vida. Siempre había querido hacer cosas con el cuerpo, pero era como una fantasía irrealizable, porque no se sentía cómode por su disforia.

Pero fue llegando a conclusiones de que las normas estéticas son impuestas por una sociedad y que al final cada quien puede decidir cómo quiere verse. Ya se reconcilió con su cuerpo y se pudo definir desde el placer, la sexualidad, la expresión de género.

Maison (Él)

A pesar de las circunstancias de la vida decidió ser feliz. Se define como una persona muy alegre, carismática, soñadora, respetuosa, empática y acogedora. Vive junto a su hermana, que es uno de sus grandes motivos para seguir luchando y ve a su familia de muchas formas, como personas amables, emprendedoras, sociables, artistas, soñadores y amorosos.

Le ha costado la búsqueda de su identidad, ya que siente que la sociedad tiende a cuestionar sus ideales, sus actitudes y sus gustos. Cree que sufre de una doble discriminación por ser trans y por ser afro, siendo esta última la más fuerte, incluso dentro de su propia comunidad por los mitos y tabúes que tienen con respecto a otras identidades.

Muchos le decían que era una mujer que se creía hombre, que era solo una etapa y que tenía que comportarse como lo que era, como había nacido y todo por “no verme masculinamente estético”.

Su red de apoyo han sido algunos de sus amigos, pero sobre todo piensa que su gran red de apoyo es él mismo.