Aumentaron las complicaciones auditivas en Bogotá, según estudio

Aural Colombia, empresa especializada en el entorno auditivo y en los auxilios para quienes padecen alguna enfermedad de la escucha, dio a conocer cifras de un estudio hecho en Bogotá: según lo indicado, en la capital aumentó la hipoacusia, que es, fundamentalmente, la pérdida parcial de la capacidad para oír.

¿Por qué estamos dejando de oír?

El 3 de marzo es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Día Internacional de la Audición. Esta es una conmemoración de uno de los sentidos más importantes para los seres humanos. Además, los sonidos hacen parte de la cultura, la comunicación y las diversas actividades cotidianas.

La fecha, en esencia, busca la concientización respecto a los padecimientos existentes en torno al oído y la responsabilidad médica con las personas que sufren dificultades auditivas.

A propósito, y según los hallazgos de Aural, en mayo de 2024 hubo un aumento del 28, 2 % en el reporte de casos de Hipoacusia respecto a los informes del año pasado. Ahora bien, aunque hay más personas con hipoacusia, el rango etario habla del deterioro convencional del sentido del oído cuando aumenta la edad.

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Por ejemplo: de los nuevos casos, el 32,5 % responde a personas entre 71 y 80 años, 25,2 % a personas entre 81 a 90 años y 20,6 % a personas entre 61 y 70 años. Es decir, la mayor cantidad de padecimientos aparecieron en bogotanos y bogotanas de la tercera edad.

Según Aural, la hipoacusia aparecida por la edad se denomina presbiacusia.

“Se debe al deterioro gradual que tiene lugar en la cóclea y en las vías auditivas con el paso de los años. Normalmente, la presbiacusia empieza a desarrollarse aproximadamente a partir de los 50 años de edad. La pérdida auditiva se da simétricamente en ambos oídos y empieza afectando la sensibilidad auditiva en las frecuencias altas”, indicó el portal especializado.

Justo este es uno de los tres padecimientos más comunes hallados en el estudio de Aural, junto con el trauma acústico y la otitis en población joven.

La hipoacusia, como eje a resaltar del informe, ocurre por diversos factores y es fundamental que el o la paciente acuda al especialista para recibir un diagnóstico preciso. Entre las causas se indica el deterioro por la edad, uso de medicamentos ototóxicos (efecto nocivo para el oído de un antibiótico) y hábitos cotidianos entre los que se incluye la exposición constante al ruido (entre lo que se cuenta el uso constante de audífonos).

Al menos el último elemento mencionado parece algo ‘inevitable’ en el entorno urbano actual: Bogotá es una acumulación frenética de diversos ruidos que pueden oscilar entre las risas más casuales de las conversaciones exteriores hasta la estridencia del pitido de los vehículos o los impactantes decibeles de los megáfonos.

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¿Cómo ‘preparar’ el oído para los sonidos de hoy?

Aural plantea algunas técnicas o ‘tips’ con los cuales reforzar el oído ante los diversos estímulos de ruido del entorno.

Lo principal es el entrenamiento del oído: adquirir la capacidad de reconocimiento de ruidos leves (como la respiración o los pasos) hasta nuestra propia voz. También se incluye el refuerzo para llevar a cabo una conversación en medio de un lugar repleto de bullicio: oír al otro es fundamental independientemente de los diversos obstáculos sonoros.

Si bien los audífonos ‘per se’ no son dañinos, todo en exceso es malo: el sobreuso de los aparatos podría convertirse en un factor de riesgo, sobre todo para el deterioro acelerado del oído conforme pase el tiempo. La recomendación es hacer uso moderado de auriculares y procurar que el volumen sea el adecuado para los tímpanos. De hecho, la OMS indicó que el nivel de decibeles más óptimo es de máximo 80 db, que podría traducirse en no superar el 60 % del nivel máximo de los distintos dispositivos.

El estudio de Aural también empata con las recomendaciones generales de la OMS y otras organizaciones especializadas en medicina: procurar una higiene adecuada en la cavidad del oído, mantener una actividad física constante (recomendación que aplica para el bienestar integral), minimizar la exposición a ruidos altos y consultar con frecuencia a expertas y expertos en materia auditiva en caso de hallar alguna anomalía en su cotidianidad.

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Además, el pasado 3 de marzo, justamente en el marco del Día Mundial de la Audición, la Secretaría de Salud brindó un listado de recomendaciones para proteger este sentido en Bogotá:

—No generar ruidos molestos (pitos del carro, alto volumen de música o televisión) y hablar a un volumen de voz moderado.
—Lavarse las manos antes de tocarse o rascarse la cara (orejas, boca, ojos o nariz).
—Consumir alimentos que contengan vitamina A, hierro y zinc.
—Evitar golpes en la cabeza y oídos. En caso de practicar deportes de contacto se recomienda el uso de protección.
—Evitar fumar: el humo del tabaco aumenta el riesgo de enfermedades del oído.
—No introducir objetos extraños en el oído (no sobra mencionarlo).
—Asistir a controles médicos, especialmente si se padecen enfermedades crónicas que pueden afectar la audición.
—Realiza chequeos de agudeza auditiva periódicamente. Si hay sospechas de pérdida auditiva, consultar por audiología y fonoaudiología.