Juliana, la niña que nos demuestra que los videojuegos no tienen género
Las chicas nos han demostrado infinidad de veces que pueden resaltar en cualquier campo y que sus pasiones no están delimitadas por su género. Juliana, una de las protagonistas de la serie No me etiquetes, es una de ellas. ¿Cómo ha sido su camino siendo una niña gamer? Te contamos su historia.
Con una pasión inquebrantable por los videojuegos y un sueño audaz de convertirse en una jugadora profesional, Juliana, quien desde muy pequeña se sintió atraída por este campo, ya está dejando huella en el mundo gamer y ha demostrado que esta cultura virtual es para todos, sin importar el género.
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Sus juguetes preferidos eran los controles de videojuegos y las aventuras virtuales. Sus padres, lejos de desalentar su interés, la empujaron y le dieron el apoyo necesario para que persiguiera su pasión.
"Desde el principio, vimos cuánto disfrutaba Juliana jugando. Queríamos que tuviera la libertad de explorar sus intereses y aprender todo lo que pudiera de ellos", comenta su madre, Liliana Pardo.
Juliana se ha destacado en varias categorías, mostrando un talento innato para la estrategia, los shooters en primera persona y los juegos de rol, esforzándose siempre por mejorar, aprender y reafirmar su convicción de que los videojuegos no son exclusivos para hombres, desafiando los estereotipos de género que aún persisten en esta industria.
"Los videojuegos son divertidos para todos. No importa si eres niño o niña; lo que importa es que disfrutes y te esfuerces por ser lo mejor", afirma Juliana.
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Juliana Sophía Pardo es un ejemplo de determinación y pasión en el mundo del gaming. A medida que avanza en su viaje para convertirse en una jugadora profesional, no solo está dejando su marca en la industria de los videojuegos, también está abriendo camino para chicas como ella y futuras generaciones de jóvenes gamers.
Conoce más historias como la de Juliana en No me etiquetes, una serie de eureka, Tu Canal en la que niños y niñas nos cuentan cómo han desafiado los roles de género y le han apostado a sus verdaderas pasiones e intereses.
