Los retos que enfrentan las mujeres futbolistas en Colombia | Planeta Bogotá

“Integrarte es un proyecto social enfocado en empoderar a la mujer, busca equidad y busca mitigar el machismo que es muy notorio. El deporte fortalece la posición de la mujer para formar un carácter y, al final, el fútbol es un medio para que las niñas ocupen su tiempo en cosas más productivas. En 2012 iniciamos la fundación en San Cristóbal, eran 30 o 40 niñas con bajos recursos, con historias de vida pesadas y que se refugiaron en el fútbol”.

“Yo en realidad no sé mucho de fútbol, pero este funciona como proyecto social. En un país como Holanda no se ve tanta discriminación hacia la mujer que juegue fútbol, y la relación entre hombres y mujeres allá es diferente. Un viaje de esos ayuda a que ellas observen que los hombres holandeses cuidan niños y lavan la loza; acá viven con miedo respecto a ellos, mientras que allá se relajan y ven que sí se puede tener una sociedad diferente”, comentó Liduine Zumpolle.

“La dificultad mayor es que no hay apoyo, en mi experiencia personal en los colegios tampoco hay empeño, no fue hasta que yo estaba en grado once que armamos un equipo de microfútbol y jugamos intercolegiados, pero era mi papá quien nos sacaba del colegio. Otra dificultad es que los escenarios deportivos los apropian las personas consumidoras y nosotras terminábamos armando la cancha de fútbol 11 en una cancha de voleibol”, contó Carolina Loaiza, jugadora de fútbol femenino. 

“El fútbol me ha dejado un gran aprendizaje, porque yo me alejé de los malos vicios, de las fiestas, de los malos momentos, aprendí a mejorar y a ser persona, ser más constante, más disciplinada. El fútbol me ayudó y me ha ayudado a mejorar cada día. Lo más difícil es el machismo, a veces el entorno sí me ha juzgado y discriminado por jugar fútbol, pero uno siempre tiene que tener la moral y decir que sí lo puedo hacer”.