Las conexiones insospechadas entre las redes sociales y los trastornos de conducta alimentaria

Las redes sociales y los trastornos alimenticios
laura.cano
Eureka
16 Octubre, 2024

Los trastornos de alimentación, también llamados trastornos de la conducta alimentaria, se refieren a la fijación o preocupación obsesiva con la pérdida de peso, la forma corporal y el control de los alimentos que se consumen. 

Suelen aparecer a edades tempranas y son reforzados por presiones sociales y familiares relacionadas con expectativas de salud y de belleza o por los estándares estándares estéticos impulsados por los medios de comunicación

Dentro del amplio espectro mediático actual, las redes sociales son herramientas importantes para informar y entretener, pero también se han convertido en un factor de riesgo al promover conductas poco saludables para la mente y el cuerpo a través de los contenidos que publican influenciadores, creadores digitales y blogueros; un mar de publicaciones en constante crecimiento en el que la alimentación es uno de los temas que más fuerza han tomado en los últimos años. 

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Es así como en el mundo digital podemos encontrar cientos de cuentas que se dedican a publicar recomendaciones para lograr “el cuerpo delgado y perfecto” con dietas y nuevos hábitos alimenticios. 

Sin desconocer que hay muchas personas profesionales, con la experiencia y preparación para hablar de estos temas, está claro que muchas otras se dedican a hablar desde sus experiencias personales, desconociendo que no todos los cuerpos son iguales, y no todos necesitan las mismas rutinas de alimentación. Siempre hay que consultar a un nutricionista o experto cuando se tiene la intención de cambiar los hábitos alimenticios. 

Según un estudio de PLOS ONE, en 2022 la etiqueta de TikTok #PérdidaDePeso tenía más de 10 millones de visitas y solo el 1.4% de los consejos sobre alimentación eran de profesionales en nutrición. 

Por eso hay que ser muy cuidadosos y detectar qué tipo de información se consume porque para nadie es un secreto que las redes sociales están saturadas de fotos de personalidades con estándares de belleza inalcanzables e imágenes retocadas, situación que lleva a una constante comparación que termina dañando la autoestima y la percepción que tenemos de los cuerpos. Esas ideas falsas también te pueden llevar a pensar que si sigues las mismas rutinas de estos personajes, lograrás su mismo “cuerpo perfecto”. 

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Cada cuerpo es único y tiene necesidades particulares, el estar bien no necesariamente está relacionado con una corporalidad específica. Cuando se siguen las rutinas que te muestran en redes sociales, pero no obtienes el mismo resultado que ves a través de las pantallas, empiezas a cuestionar tu cuerpo y a crear un sinfín de inseguridades que en muchas ocasiones terminan en trastornos de la alimentación.

Trastornos alimenticios, una problemática de la que debemos hablar 

Los trastornos de la conducta alimentaria han sido catalogados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedades mentales de prioridad dado el riesgo para la salud que representan, principalmente para las niñas, niños y adolescentes. Estos trastornos afectan directamente nuestra relación con la comida y son parte de un amplio espectro:

  • Anorexia: se caracteriza por una pérdida del apetito que no es normal, motivada por el deseo de mantener un peso anormalmente bajo, un temor intenso a que aumente y la percepción distorsionada del mismo. Esto lleva a que se deje de comer.
  • Bulimia: deseo exagerado por comer grandes cantidades de comida en episodios denominados atracones que terminan con la aparición de sentimientos de vergüenza, llevando a las personas a eliminar los alimentos de su cuerpo con opciones poco saludables como la inducción al vómito, uso de laxantes, diuréticos, enemas, ayuno, ejercicio excesivo o el consumo de suplementos para disminuir el aporte de calorías.
  • Trastorno Alimentario Compulsivo (TAC):  consumo excesivo de comida en un período corto de tiempo, aún cuando no se tiene sensación de hambre. Hay aislamiento y comidas en solitario motivados por el sentimiento de vergüenza ante la cantidad ingerida o el desarrollo de sentimientos de molestia, depresión o culpabilidad tras haber comido.
  • Ortorexia: es la fijación hacia una dieta “perfecta”, lo que lleva a las personas a seguir reglas alimentarias demasiado estrictas. Se crea una obsesión por el conteo de calorías y por el origen y la composición de los alimentos. En este caso, el problema no es la cantidad, sino la calidad de los alimentos. 

Siguiendo información de PLOS ONE estos trastornos se presentan con mayor frecuencia en jóvenes de los 12 a los 25 años, y a 2022 el 10% de los adolescentes del país tenía alguno de estos diagnósticos. Asimismo, este estudio indica que el 9% de la población, es decir, aproximadamente 70 millones de personas, tienen este tipo de enfermedades. 

Las redes sociales en sí no causan trastornos alimenticios, pero sí contribuyen a que estos aparezcan cuando no le damos un buen uso a estas plataformas. Recuerda que #SerDigital es reconocer qué cosas nos hacen bien en el mundo virtual y descubrir cuando es mejor abstenernos de seguir y consumir ciertos contenidos. 

¿Qué puedes hacer?

  • Sé más cuidadoso con las cuentas que sigues en redes sociales y ten en cuenta  que muchas de las cosas que se publican no son 100% reales. 
  • Ama tu cuerpo. Él es el que nos permite hacer muchísimas cosas: bailar, saltar, movernos, caminar. Cuidemoslo con hábitos que no sobrepasen nuestra salud y tranquilidad mental.
  • Ten presente que los cuerpos no son iguales, cada uno es el resultado de nuestra herencia biológica, y los metabolismos funcionan de forma muy diversa.
  • Verifica las fuentes de la información que te dan en redes sociales, y procura seguir cuentas donde tienes la garantía de que son personas profesionales en el tema.
  • Limpia tus redes sociales, deja de seguir cuentas que te venden estilos de vida y cuerpos que solo responden a estereotipos.
  • Cuando quieras iniciar un proceso para sentirte mejor y cuidar de ti acude a centros médicos en donde te puedan guiar y acompañar de manera profesional.
  • Acude a tu persona de confianza cuando sientas que algo está pasando y no te sientes bien contigo mismo/a.

Si eres papá, mamá, profe o vives con niños, estos consejos son para ti:

  • Fortalece día a día la autoestima de los chicos y chicas.
  • Dile adiós a frases como: “mira cómo estás de flaco/a o gordo/a”, “qué manera de comer”, “así no comen las niñas”, “te ves mal con esa ropa”, “¿te has visto en un espejo”.
  • Crea el diálogo sobre el uso de redes sociales.
  • Verifica qué tipo de cuentas están siguiendo los chicos y chicas, identificando cuáles pueden estar reproduciendo estereotipos sociales de belleza. Anímalos a establecer su propio criterio.
  • Enséñales a comer de manera balanceada, sana, variada y proporcional con sus necesidades nutricionales.
  • Haz que los horarios de comer sean espacios agradables para compartir en familia.
  • Eres el primer referente de los chicos y chicas, que ellos y ellas vean en ti eso que les quieres enseñar.