La CAR invita a medir nuestra huella de carbono: ¿cómo funciona?
La protección del medio ambiente y nuestro impacto en el equilibrio de los ecosistemas del país es una de las apuestas fundamentales de los gobiernos y las entidades locales, nacionales e incluso internacionales.
A raíz de la búsqueda de la mitigación de nuestra huella de carbono (el impacto de las actividades cotidianas sobre el planeta), se han implementado diversas políticas públicas sostenibles que, al mismo tiempo, instauran ciertos cambios en nuestra vida diaria con los cuales podemos darle ‘una manito’ a la Tierra.
Por ello, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR, por sus siglas) invitó a las ciudadanas y a los ciudadanos a medir y compensar la huella de carbono.
¿Cómo ‘medimos’ nuestra contaminación?
Desde la CAR se envió un mensaje de protección de los espacios ecoturísticos que están bajo su cuidado: quienes deseen visitar ciertas zonas tendrán que medir su aporte en la huella de carbono del territorio nacional.
La medición es necesaria para conocer el embalse del Neusa y el río Neusa, el puente de Sopó, la laguna del Cacique de Guatavita, el embalse del Hato y el Parque Juan Pablo II.
Si bien la medición es exigida para ingresar a estos espacios, cualquier persona, desde un computador o un dispositivo móvil, puede hacer el proceso para conocer su impacto en la huella de carbono.
“Medir la huella de carbono es una estrategia para reducirla a lo largo del año y para compensarla. Ese es nuestro compromiso con la sostenibilidad ambiental del país”, dijo Alfred Ballesteros, director general de la CAR, a propósito de la situación de Colombia: aportamos alrededor de 77 millones de toneladas de dióxido de carbono por año.
“En promedio, un habitante de Latinoamérica genera una huella de diez toneladas de CO2 al año en la atmósfera. ¿Cuánto necesitamos para compensar esa huella?, por lo menos deberíamos sembrar cien árboles al año”, indicó Ballesteros.
¿Quiere calcular su huella de carbono? En el siguiente enlace, proveído por la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, aparece la ‘calculadora’ para hacer las cuentas: a partir de la respuesta a varias preguntas relacionadas con su cotidianidad (si tiene vehículo, medición de luz eléctrica, tipo de gas usado) se arroja un resultado para saber qué tanto impacta en la contaminación del planeta y cómo puede estabilizar y reducir sus niveles de CO2.
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El 2025 iniciaría con una medida mucho más estricta en cuanto al racionamiento de agua en Bogotá.
Durante el primer mes del año, algunas zonas de la ciudad podrían enfrentar hasta dos días sin suministro de agua en una semana, con un racionamiento que se aplicaría cada cinco días. Esta decisión es consecuencia de la grave reducción en los niveles de los embalses que abastecen a la capital, lo que ha generado una situación crítica.
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