La corrupción, un detonador de la crisis en los partidos políticos del país

Con la Constitución de 1991, se ampliaron los mecanismos de representación de los ciudadanos en Colombia, convirtiéndose así en un Estado multipartidista que hasta la fecha ha funcionado. Sin embargo, miembros de diferentes colectividades, han dejado a un lado el estilo tradicional de aspirar a cargos de elección popular, pasando a enfrentar la contienda electoral de forma independiente, por medio del mecanismo de recolección de firmas. Pero hay quienes aseguran que, pese a que son los mismos ciudadanos los que eligen a quienes los representarán ante el Congreso y el Gobierno, el sistema político actual sufre una gran crisis, pues la ciudadanía perdió la confianza en estos partidos teniendo en cuenta los casos de corrupción y la cantidad de investigaciones que hay alrededor de varios políticos del país. Uno de los casos más recientes, que se encuentra en manos de la Fiscalía, es el del congresista Musa Besaile del Partido de la U, quien reconoció el pago de un soborno para desviar una investigación por parapolítica en la Corte Suprema de Justicia. A este se suman los casos del senador ‘Ñoño Elías’ del Partido de la U, quién está envuelto en un escándalo por el tema Odebrecht, y el del exgobernador de La Guajira Francisco ‘Kiko’ Gómez, de Cambio Radical, a quien la justicia señala de haber tenido vínculos con grupos paramilitares. “Yo creo que esto es parte de una crisis en el sistema político de Colombia que se deriva de dos razones. La primera es que existen malas prácticas dentro de esos partidos y las personas que hacen parte de todo ese entramado político. Un segundo tema, que tiene a la gente hastiada, es la corrupción rampante que ha venido alterando todos los procesos constitucionales en el país”, añade Francisco Barbosa Delgado, experto Universidad Externado de Colombia. Frente a los partidos independientes, también hay quienes añaden que estos sirven como trampolín para ganar ventajas frente a otros posibles candidatos y contribuye a que quienes vayan a gobernar, se enfrenten a dificultades como alianzas estratégicas entre el Ejecutivo y el Legislativo. “El hecho de que haya tantos candidatos buscando ese mecanismo de firmas para aspirar a elecciones significa una crisis institucional de los partidos y que no están representando bien a la gente, no están sirviendo como intérpretes. Tienen una crisis de legitimidad”, asegura el senador Carlos Fernando Galán. Según el barómetro de confianza Edelman 2016, de 28 países encuestados, el 75% desconfía del Gobierno y de 33.000, el 55%, afirma que confían más en las personas que en las instituciones.