Opinión: Ya me voy para la cancha - Millos vs. Nacional

Este fin de semana no habrá hinchada visitante en uno de los clásicos más importantes del fútbol colombiano. El número 275 de la historia, es la oportunidad perfecta para que la hinchada de Millonarios llene el Campín y acompañe al líder. No es un día cualquiera. No es una sensación cualquiera. Es un campeonato atípico para los más jóvenes y uno lleno de ilusión para los de toda la vida. Este Millonarios tiene en sus pies y en su cancha la posibilidad de mantener la paternidad ante su más grande rival. Este será el clásico 276 de la historia y el cuadro azul opaca al equipo paisa con 105 triunfos, 63 de ellos en condición de local. Son contextos diferentes los que viven hoy "embajadores" y "verdolagas". La mano de Jorge Luis Pinto en tres meses de trabajo, ha surtido efecto e hizo de un equipo falto de ideas en 2018 un cuadro seguro, ofensivo y sobre todo muy eficiente en lo que va de 2019. ¿Qué más se puede pedir? A menos de 24 horas de volver a vivir esa grata y emocionante intranquilidad que genera la incertidumbre del resultado, el obsequio más grande que la hinchada puede darle a su equipo es ir al Nemesio. Últimamente, mucho se critica al fanático albiazul por su ausencia. Muchos de los que cada fin de semana hacen presencia, critican a rabiar la falta de amor por los colores y por la camiseta, pero el clásico es la gran oportunidad para volver a enamorarse. Hubo muchos factores que alejaron a centenares de simpatizantes azules del Campín, y a quienes se les cuestiona: ¿no se supone que estos votos se dan para toda la vida? Este amor, heredado o hecho decisión propia debe vivir eternamente. Es tiempo de volver a ocupar una silla en aquel mítico lugar en el que nos enamoramos e igualmente hemos sufrido, pero también hemos celebrado. Este es un recordatorio de que el equipo los necesita más que nunca. Es momento de hacerle sentir la presión del gigante azul y blanco de la capital, a cualquier rival que quiera vulnerar el fortín. Hacer retumbar la grada con cánticos, camisetas y todo tipo de objetos alusivos al equipo, y demostrarles que están dispuestos a ir con ellos de la mano en pos de la estrella 16. Wuílker, Felipe, Matías, Álex, Jair, César, John, Juan David, Santiago, Elíser y Roberto, serán los guerreros que portarán los colores compartiendo ese hambre de triunfo con el hincha. Ellos corriendo y jugando y la tribuna rugiendo cantos como "a mí no me importa nada, Millonarios , yo te quiero..." serán claves para vencer. Llegó el día. Es hora de volver a ser el Millonarios de Bogotá y Colombia. Por: Paula Fresneda