Presidente de Perú dice que no renunciará por escándalo de Odebrecht

Kuczynski, un exbanquero de 79 años que asumió el poder el año pasado, dijo en un mensaje a la nación transmitido por televisión que se someterá a las investigaciones de la fiscalía y pidió que se levante el secreto de sus cuentas bancarias. "Estoy aquí para decirles que no voy a abdicar ni a mi honor, ni a mis valores, ni a mis responsabilidades como presidente de todos los peruanos", dijo Kuczynski rodeado de la mayoría de su gabinete en Palacio de Gobierno. La constructora Odebrecht, acusada de corrupción en varios países de América Latina, informó esta semana al Congreso peruano que pagó 4,8 millones de dólares a dos firmas vinculadas a Kuczysnki, una de ellas cuando era funcionario del Gobierno del expresidente Alejandro Toledo entre 2001 y 2006. "Soy un hombre honesto y lo he sido toda mi vida, estoy dispuesto a defender la verdad ante la comisión (investigadora del Congreso) Lava Jato, ante la fiscalía, a la que le voy a pedir el levantamiento de mi secreto bancario, lo digo muy claro, pido el levantamiento del secreto bancario para que revisen todo lo que quieran", afirmó el mandatario. Kuczynski, que había rechazado antes cualquier relación con Odebrecht, negó haber recibido pagos indebidos de la firma y se ha ofrecido a explicar el tema a una comisión del Congreso que investiga los pagos de sobornos hechos por la constructora. El reporte de Odebrecht crispó los ánimos del mayor partido opositor del Congreso, Fuerza Popular, que exigió la renuncia inmediata de Kuczynski, un exbanquero y economista. Dos fuentes del Gobierno dijeron más temprano a Reuters que Kuczynski había perdido el apoyo de sus ministros clave y que una renuncia del mandatario evitaría que el Congreso invoque la figura de vacancia presidencial para sacarlo del cargo. Kuczynski se reunió en la tarde del jueves con algunos miembros de su gabinete en su casa del elegante distrito residencial de San Isidro en Lima, para evaluar los pasos a seguir en medio de la mayor turbulencia del actual Gobierno. Reuters.