En Bogotá hay 556 mil jóvenes sin oportunidades laborales o académicas

Para el año 2023, el 30,1 % de la población joven estaba desconectada de las oportunidades de educación, empleo formal y emprendimiento.

Bogotá es una ciudad en constante crecimiento que enfrenta desafíos complejos en diversas áreas, siendo la falta de oportunidades laborales y académicas para los jóvenes uno de los más urgentes. A pesar de ser el motor económico y cultural del país, la ciudad enfrenta una realidad que limita el desarrollo y el futuro de miles de jóvenes, quienes se ven atrapados en un ciclo de incertidumbre y precariedad.

Según el Informe Jóvenes con Potencial 2024, más de 556 mil jóvenes de Bogotá están desconectados de oportunidades laborales formales y educativas. Este porcentaje aumenta dependiendo del subgrupo poblacional al que pertenecen.

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Las principales actividades económicas que realizan las y los jóvenes de la ciudad no generan ingresos para promover el acceso a una buena calidad de vida, y además no corresponden con los sectores que prefieren para trabajar, ni con los sectores más demandados en la ciudad.

Ante este panorama, la informalidad se ha vuelto una de las alternativas más utilizadas por esta población para generar ingresos.

“La población joven no elige la informalidad, sino que se ve obligada a tomar trabajos informales por la necesidad inmediata de generación de ingresos para su subsistencia y la de sus familias”, asegura el Informe Jóvenes con Potencial 2024.

El promedio de ingresos de los jóvenes en cinco de las diez principales actividades económicas que realizan, no supera el salario mínimo y por ende no presentan un panorama claro de calidad laboral y de vida.

Por otro lado, el acceso a la educación superior también presenta desafíos importantes. Aunque Bogotá cuenta con una oferta amplia de universidades e instituciones técnicas, el costo de la educación es una barrera significativa para muchos jóvenes. Además, la competencia por cupos en universidades públicas es feroz, lo que deja a un gran número de estudiantes sin la posibilidad de continuar su formación académica.

“El 74,3 % de los jóvenes migrantes no tiene acceso a trabajo o educación, al igual que el 74 % de los jóvenes con condición de discapacidad, el 42,5 % de los que pertenecen a grupos étnicos y el 28 % de quienes integran las comunidades LGBTIQ+”, dice en el Informe Jóvenes con Potencial 2024.

El Informe Jóvenes con Potencial 2024 dejó en evidencia que uno de cada dos jóvenes en la ciudad no logra acceder a la educación técnica o profesional, principalmente, debido a la falta de recursos económicos.

Salud mental y emprendimiento: otras problemáticas analizadas en el informe 

Dos de los puntos clave del informe tienen que ver con el emprendimiento y la salud mental de los jóvenes bogotanos.

Hablando sobre el emprendimiento, este es una prioridad para la población joven (el 44% de ellos quisiera emprender), no obstante, la razón principal para iniciar micronegocios se debe a la falta de alternativas de ingresos (36,3%), seguida de quienes lo identifican como oportunidad de negocio (35,6%).

La modalidad de autoempleo reúne la mayor parte de jóvenes que realizan actividades informales, lo que indica que sus emprendimientos responden más a la necesidad de generar ingresos inmediatos que a oportunidades escalables de negocio. Del total de jóvenes propietarios de micronegocios en Bogotá, el 87,9% son trabajadores por cuenta propia mientras que solo el 12,6% son patrones o empleadores.

En este sentido, hay factores de éxito más significativos que el capital semilla para que la población joven pueda iniciar sus emprendimientos, como los son la recursividad y la disponibilidad de canales de distribución y venta.

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En el lado de la salud mental, la idea y el intento de jóvenes de quitarse la vida aumentó en más de un 100 % con respecto al 2019. Mientras que las tasas de ideación e intento son más altas en mujeres jóvenes; los casos de suicidio predominan en los hombres jóvenes. La salud mental es un factor clave y urgente para la calidad de vida de las y los jóvenes.

“En términos de empleo, las mujeres que empezaron su maternidad en edades más tempranas perciben menores salarios que las mujeres que lo hicieron en edades más avanzadas, desencadenando efectos socioeconómicos negativos para las mujeres jóvenes”, agrega el informe sobre los jóvenes en Bogotá.

El problema del presupuesto para los jóvenes: el talón de Aquiles del Distrito 

A todas las problemáticas que aquejan a los jóvenes, se suma la poca destinación de recursos del Distrito; por ejemplo, el año pasado el presupuesto para programas de jóvenes era superior a 4,1 billones de pesos, pero solo 92 mil millones se ejecutaron en proyectos dirigidos, específicamente, a esa población.

La falta de oportunidades laborales y académicas para los jóvenes en Bogotá es un desafío complejo que requiere la atención y el compromiso de todos los sectores de la sociedad.

Invertir en los jóvenes no solo es una cuestión de justicia social, sino también una necesidad para el desarrollo sostenible de la ciudad. Solo a través de un enfoque integral y equitativo se podrá garantizar que los jóvenes de Bogotá tengan las herramientas y oportunidades necesarias para construir un futuro próspero y digno.