¿Por qué es importante que estés afiliado a una Caja de Compensación Familiar?

Las Cajas de Compensación Familiar, definidas por el Consejo de Estado, son personas o corporaciones jurídicas sin ánimo de lucro que tienen funciones esenciales de seguridad social, cubrimiento de riesgos de trabajadoras y trabajadores y, sobre todo, beneficios para familias. 

En suma, proveen servicios sociales a las afiliadas y afiliados que van mucho más allá del cubrimiento en salud y seguridad: tienen beneficios relacionados con la recreación, la educación, el deporte, la cultura y otros ámbitos generales. Este tipo de ventajas del mecanismo se traducen en, por ejemplo, bonos de descuento, precios distintos en servicios o clases y entrega de kits u otros elementos que influyan en el bienestar de las personas, sus familias y sus entornos cercanos.

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¿Cómo afiliarme a una Caja de Compensación Familiar?

Según el Ministerio del Trabajo, hay al menos 44 corporaciones certificadas como Cajas de Compensación Familiar. Entre las más conocidas están Colsubsidio, Compensar (que pidió su liquidación como Entidad Prestadora de Salud, pero no por ello desaparece), Comfenalco, Fenalco y Cafam. 

Existen algunas que están mucho más centradas en zonas específicas de Colombia pese a que su actividad no se limita necesariamente por ciudades o departamentos: aparecen nombres como Comfachocó, Comfatolima, Comfasucre y Comfacesar. 

Aunque cada Caja tiene requisitos particulares para que te afilies, toda persona tiene derecho de hacerlo ya sea como independiente, contratista o bajo un vínculo en una empresa. Esto implica que cualquier colombiana o colombiano mayor de edad tiene posibilidad de integrarse a los beneficios de este tipo de entidades. 

Esto se da a raíz de la Ley 1565 de 2012, bajo la cual se indica que una persona puede afiliarse en calidad de independiente en caso de no tener una vinculación laboral formal. 

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En general, cada Caja tiene un formulario en específico que se solicita junto con una fotocopia del documento de identidad, una constancia del vínculo laboral con una empresa u organización (en caso de existir), un certificado de la EPS y un Paz y Salvo en caso de haber estado afiliado a una Caja con anterioridad. 

En el caso de Colsubsidio y Compensar, por nombrar dos de las más solicitadas, los distintos beneficios de la afiliación se reflejan en la práctica deportiva con el alquiler de diversos espacios recreativos, la adquisición de medicinas en las droguerías y la posibilidad de obtener un subsidio destinado a la compra de vivienda. 

Otra de las ventajas de las Cajas de Compensación es su sufijo de ‘Familiar’: una afiliada o un afiliado puede inscribir también a su pareja, a sus hijos o hijas, incluso a sus padres o a sus hermanos bajo condiciones particulares. 

Además, las Cajas poseen distintos niveles de afiliación: está el más convencional que se presenta cuando un empleador se encarga de empleadas y empleados, también independiente o contratista e incluso los pensionados pueden ingresar: gracias a la Ley 1643 de 2013, se les permite acceder a las Cajas de Compensación Familiar de manera voluntaria y con un costo relacionado con lo que reciba de pensión.

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¿Qué pasa si no tiene Caja de Compensación Familiar?

Aunque no es una obligación ciudadana, sí es una opción que brinda beneficios de todo tipo más allá de los descuentos en productos y servicios: quienes acceden a una Caja, de alguna manera, velan tanto por sí mismos como por sus familias en aspectos que van mucho más allá de lo recreativo. Hay formas y métodos con los cuales una Caja puede convertirse en un ‘salvavidas’ a nivel de salud o incluso en un apoyo para la adquisición de vivienda y otros bienes que influyan directamente en la calidad de vida de afiliadas y afiliados.  

Si firmas un contrato con una empresa, esta tiene la obligación de afiliarlo en una Caja de Compensación Familiar. Por lo general, el empleado o la empleada no tienen la potestad inicial para decidir en cuál Caja inscribirse. Esto tiene que ver, sobre todo, con la operatividad empresarial y el margen de maniobra de las Cajas en un territorio determinado.

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Los independientes no están en la obligación, pero pueden optar por la afiliación. Tendrían una cotización base del 2 %. Y lo mismo ocurre con los pensionados: según el monto mensual recibido, se brindaría un porcentaje para inscribirse.

No estar afiliado a una Caja no es un delito ni ‘resta puntos’ respecto a otras trabajadoras y otros trabajadores. Pero afiliarse tiene ventajas que podrían influir tanto en tu bienestar como en el de tu familia.