Quebrada La Vieja: magia escondida entre montañas

Capital Noticias recorrió una parte del sendero de la quebrada La Vieja que, luego de dos años de recuperación, volvió a ser abierto para el disfrute de bogotanos y visitantes. https://www.youtube.com/watch?v=nQ-Hpht43vc Escondida entre los Cerros Orientales que cercan la capital del país, se encuentra uno de los caminos más llenos de vida y magia natural. La inmensidad de los árboles arropan el recorrido de los caminantes. Ese es el sendero de la quebrada La Vieja, un espacio ubicado en el norte de Bogotá y donde el ser humano se conecta con la naturaleza. Francisco Rincón, senderista, afirmó que "debemos aceptar ese llamado natural espontáneo que la naturaleza nos hace en su aire, en sus árboles, en su entorno, en su ambiente, realmente esto es insustituible esto es único y es envidiable". A 3.200 metros sobre el nivel del mar, en los Cerros Orientales, nace la quebrada La Vieja que desemboca en el río Bogotá. En este lugar no importa ni siquiera la nacionalidad, basta con observar entre la vegetación la belleza del recorrido y que cualquiera pueda sentirse hijo de Bogotá. Berth Omachilli, senderista francés, sostuvo que "la vegetación, también las aves, son diferentes aquí que que en Europa y la conexión con la naturaleza es muy muy fuerte aca porque estamos en una altura de 2.800 metros sobre el nivel del mar y eso es algo que es muy diferente de Europa". Por su parte, Lina María Cadena, senderista, manifestó: "si se quieren desconectar un poco del ruido, de la polución, vengan a la quebrada de La Vieja, es un lugar espectacular para venir con amigos, con la pareja y lo más importante conectarse con la naturaleza". Este es un espacio que cuenta con señalizaciones y toda la seguridad necesaria. La vida se da gracias a la naturaleza, por lo cual cuidar lugares como estos es cuidar la vida misma. Es como tomar un ser amado de la mano para jamás soltarlo. La quebrada de La Vieja es como una hija que la ciudad tomó de la mano, única, irrepetible e indispensable para que la magia de la vida, siga por medio de estos afluentes, bañando a Bogotá. Por: Giovanny Bayona