¿Qué son y por qué son importantes las emociones?

En nuestro día a día experimentamos muchas emociones. Hay situaciones que nos generan felicidad, tristeza, angustia, nervios, confianza, seguridad, entre otras. Y aunque a veces no sabemos muy bien cómo gestionar esos sentimientos debemos tener en cuenta que cada una sea positiva o negativa nos está indicando algo. 

Y es que saber identificar qué nos quieren decir nuestras emociones nos permite identificar qué nos hace daño y qué nos da bienestar. Hay que recordar que estas van surgiendo respecto a las experiencias que tenemos con el mundo, es decir, conforme vamos creciendo las experimentamos de formas diferentes. 

¿Para qué sirven las emociones?

Las emociones son procesos que se activan en nosotrxs cuando detectamos alguna situación que nos desequilibra, nos otorgan información y nos sirven como mecanismo para reaccionar ante cualquier situación, complementar nuestro instinto de supervivencia y relacionarnos con la realidad. 

¿Cómo identificarlas? Mencionamos algunas de las emociones más comunes:

Miedo 

Tensión, ansiedad, terror, angustia, esto nos hace sentir el miedo. Puede indicarnos la presencia de una amenaza superior a nuestros recursos, nos ayuda a evitar la intimidación y nos predispone a la huída o el escape. Esta emoción es saludable cuando estamos ante un peligro real porque activa nuestro instinto de defensa.

Rabia

Con la rabia podemos sentir enojo, vergüenza, odio, envidia, rencor, indica la presencia de una situación que puede dañar nuestros valores, nos ayuda a enfrentar obstáculos e informar a los demás de que hay problemas, y nos predispone a atacar.

Tristeza

La tristeza se manifiesta en el dolor, la frustración, el aburrimiento, el pesimismo. Nos indica la presencia de la pérdida de una persona, un amigo, un empleo, incluso algo que nunca tuvimos. Nos ayuda a conservar energía, reflexionar, reconstruir y elaborar cambios. Es una llamada de auxilio que nos predispone a aislarnos para curarnos. 

Alegría

La alegría nos lleva a puntos máximos de éxtasis, euforia, entusiasmo y diversión. Nos indica que nos encontramos en un momento para disfrutar y en el que podemos permanecer y nos lleva a relacionarnos con la espontaneidad, con lo lúdico y a conectar con los demás.

Frustración

La frustración es la respuesta emocional que experimentamos cuando tenemos un deseo, una necesidad, un impulso y no logramos satisfacerlo; entonces sentimos ira, molestia y decepción y un estado de vacío. Sin embargo, esta sensación también se puede convertir en la motivación para volver a intentar o hacer cosas nuevas que nos motiven.

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Emociones: ¿sentirlas o no?

Somos capaces de sentir un abanico enorme de emociones, sin embargo, en ocasiones la presión de la sociedad o los prejuicios que hay alrededor de la salud mental nos llevan a creer que la mejor opción para solucionar los conflictos internos que nos pueden generar ciertos sentimientos es no permitirnos sentir y repetirnos “no pasa nada, todo estará bien”. 

Cuando se habla de gestionar las emociones no nos referimos a reprimirlas o negarlas. El primer paso es saber que no hay emociones buenas o emociones malas, ni tampoco negativas o positivas; todas son necesarias, lo que tenemos que aprender es a identificarlas, validarlas y aceptarlas. 

Asimismo, gestionar nuestras emociones nos da herramientas para resolver situaciones problemáticas, reconocer cuándo nos cuesta afrontar algo y así saber en qué momentos podemos llegar a necesitar ayuda. 

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¿Cómo gestionar las emociones?

Siguiendo información de la Universidad de la Sabana, estos son algunos tips para manejar de una mejor manera nuestras emociones:

• Aprende a identificar las emociones que has sentido con mayor intensidad. 
• Identificar la forma en la que reacciona nuestro cuerpo, pensamientos y formas de actuar. 
• Reflexiona sobre la forma en las que estas influyen en ti y en el relacionamiento con lxs demás.
• Puedes acudir a estrategias de regulación emocional, como el semáforo de las emociones, explicando que el rojo es parar e identificar la emoción; el naranja, para reflexionar sobre lo que estás sintiendo, y el verde para actuar con más tranquilidad. 
• Respira y escribe lo que sientes, esto te ayudará a drenar tus sentimientos. 

Sabemos que poner estos consejos en práctica no es del todo fácil, sobre todo cuando nos enfrentamos a sentimientos como la rabia o la tristeza. Sobre esto, Yeison Olarte, psicoorientador y asesor psicológico del equipo de producción de 'Animalxs, no estamos locxs' expresó: 

“Todas las emociones las necesitamos para adaptarnos al ambiente. Es muy importante ubicar las emociones dentro de nuestro cuerpo, porque las emociones son internas, pero también se relacionan con la forma en la que percibimos la realidad”. 

Por otra parte, Yeison también resalta que identificar nuestras emociones nos ayuda entender las de lxs demás, a ser más empáticos y a comprender que manejar ciertas situaciones y emociones puede ser más difícil para unas personas que para otras. 

Ser más conscientes de cada emoción que experimentamos, de saber cómo reacciona nuestro cuerpo, comportamientos y pensamientos, nos permite conocernos profundamente y nos da herramientas para ser más responsables afectivamente, es decir generar vínculos sanos a partir del consenso, cuidado y diálogo sobre los sentimientos y emociones que surgen en una relación de cualquier naturaleza. 

Y no olvides que es completamente normal sentir rabia, enojo, frustración, miedo. Así como también lo es el validar las emociones de las personas con las que me relaciono. No siempre debemos obligar a nuestra mente a sentirse conforme y feliz.