Así transcurre la jornada de elecciones presidenciales en Estados Unidos
Después de una campaña extensa y excepcionalmente áspera, millones de estadounidenses se volcaban a los centros de votación el martes para elegir a su próximo presidente, mientras los sondeos daban a la candidata demócrata Hillary Clinton una leve ventaja sobre el republicano Donald Trump.
Al final de una batalla centrada en gran parte en el carácter de los candidatos, Clinton, ex primera dama y secretaria de Estado de 69 años, y Trump, un magnate de Nueva York de 70 años, hicieron los últimos llamados a sus partidarios la noche del lunes para que acudan a votar.
El último estudio de opinión de Reuters/Ipsos antes de la elección dio una ventaja a Clinton sobre Trump, con 44 y 39 por ciento de las preferencias, respectivamente.
Paralelamente, el sondeo Estados de la Nación de Reuters/Ipsos dio a Clinton una probabilidad de un 90 por ciento de derrotar a Trump e indicó que está en camino de ganar 303 votos del Colegio Electoral frente a los 270 que necesita, mientras que Trump obtendría 235.
Los mercados financieros mundiales seguían de cerca la elección: las bolsas bajaron después del alza del lunes, cuando treparon por la expectativa de un triunfo de Clinton. El dólar subía frente al yen japonés y el franco suizo, pero en términos generales anotaba pocas variaciones.
Los centros de votación comienzan a cerrar a las 19.00 hora del este de Estados Unidos (0000 GMT del miércoles), y los primeros resultados significativos se esperan para una hora más tarde.
Los principales canales de televisión de Estados Unidos proclamaron un candidato ganador en las elecciones del 2008 y 2012 alrededor de las 23.00 hora local (0400 GMT) o poco después.
La victoria en las elecciones presidenciales en Estados Unidos no se define por votación popular, sino por un sistema de colegios electorales que elige al mandatario en base a los triunfos estado por estado. Ello implica que existe un puñado de estados donde la carrera tiene una relevancia crucial.
La maratónica campaña electoral, que comenzó a inicios del 2015, ha sido inusualmente negativa y cargada con acusaciones entre los candidatos de falta de carácter y juicio como para asumir la presidencia. La mayoría de los votantes tiene una visión poco favorable de los aspirantes, según sondeos.
Mary Wheeler, de 94 años, vota en Florida, un importante campo de batalla para las presidenciales. "Siempre voto a los republicanos, así que supongo que haré eso", dijo Wheeler.
En Cleveland, Timothy Sommerfelt, de 30 años, dijo que votó por Clinton. "No creo que Donald Trump haga un buen trabajo", sostuvo Sommerfelt, quien añadió que su sufragio es un pronunciamiento de rechazo al candidato republicano.
¿PRIMERA PRESIDENTA?
Trump y Clinton buscan convertirse en el presidente número 45 de Estados Unidos y en sucesor del demócrata Barack Obama, que sirvió dos períodos de cuatro años en la Casa Blanca.
Clinton, quien quiere ser la primera mujer en asumir el mando de Estados Unidos, llegó a votar en la escuela primaria en su ciudad natal de Chappaqua, en Nueva York, en la mañana.
"Es el sentimiento de más humildad posible. Sé cuánta responsabilidad viene con esto. Tantas personas están contando con el resultado de esta elección, con lo que significa para nuestro país. Y haré mi mejor esfuerzo si tengo la fortuna suficiente de ganar hoy", dijo Clinton.
Trump, una ex estrella de televisión, recibió una mezcla de aplausos y pifias cuando llegó a votar en una escuela en Manhattan. Dijo que la elección lucía bien para él. "Es muy bueno, en general. Es una gran sensación".
Cuando se le preguntó si concedería el triunfo en caso de que las estaciones de televisión declaran a Clinton como ganadora, respondió: "Bueno, bueno, veamos qué pasa".
Trump, que ha argumentado que el sistema político está confabulado en su contra, ha dicho previamente que no aceptará los resultados de la elección si es que pierde.
Más de 40 millones de votantes emitieron sus sufragios antes del día de la elección en procesos anticipados en el país.
Clinton pasó ocho años en la Casa Blanca como primera dama, desde 1993 al 2001, antes de asumir como senador y luego como secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
Trump, que vive en su primer intento de ganar un puesto de elección popular tras décadas de fama, se ha descrito durante la campaña como un agente de cambio que promete detener la inmigración ilegal y terminar con acuerdos comerciales que a su juicio han perjudicado a los trabajadores estadounidenses.
*Texto e imágenes tomados de Reuters
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