Gobierno y Farc firman acuerdo final del proceso de paz

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Noticias Capital (Migración)
Mar, 23/08/2016 - 19:00

El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc anunciaron el miércoles que llegaron a un acuerdo de paz definitivo, después de casi cuatro años de negociaciones en Cuba, lo que pone fin a un violento conflicto armado.

El histórico pacto para acabar con el enfrentamiento de más de 52 años considera la desmovilización de los guerrilleros, el abandono de las armas y la transformación de las Farc en un movimiento político.

"La terminación de la confrontación armada significará, en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto", dijo el embajador noruego Dag Nylander, al leer un comunicado conjunto a nombre de los países garantes.

"Son millones de colombianos y colombianas víctimas del desplazamiento forzado, cientos de miles de muertos, decenas de miles los desaparecidos de toda índole (...) No queremos que haya una víctima más en Colombia", agregó.

El acuerdo final, un texto de más de 200 páginas, aún debe ser enviado al Congreso, firmado por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", y sometido a un plebiscito para que los colombianos lo respalden antes de su implementación.

Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de colombianos que acudiría a las urnas votaría por el "No", en un rechazo a los acuerdos y al pasado criminal de la insurgencia.

El acuerdo de paz incluye complejos temas como el acceso a la tierra para los campesinos pobres, garantías para la participación en política de los guerrilleros desmovilizados, lucha contra el narcotráfico, justicia, víctimas, desminado, fin del conflicto y la implementación de los pactos.

NEGOCIACIÓN SUPERÓ VARIAS CRISIS

La negociación llegó a término pese a que sufrió varias crisis que amenazaron con una ruptura debido a que el diálogo avanzó en medio de la confrontación.

Pero la firma de un acuerdo de paz con las FARC no garantiza el fin de la espiral de violencia en Colombia, un país de 48 millones de habitantes productor de petróleo, carbón y café.

Las conversaciones de paz con el más pequeño Ejército de Liberación Nacional (ELN) se encuentran estancadas, mientras el Gobierno combate a las bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha implicadas activamente el lucrativo negocio del narcotráfico, considerado por expertos como el principal combustible del conflicto interno.

"Esto es el principio del fin de la guerra", dijo el analista Ariel Ávila, de la privada organización Paz y Reconciliación, quien aseguró que el primer reto del acuerdo es la aprobación en un plebiscito para que tenga legitimidad política.

Otro de los desafíos será la implementación de los acuerdos por los altos costos que implica para una economía en desaceleración como consecuencia de la caída de los precios internacionales del petróleo y la seguridad para los antiguos líderes de la guerrilla, sostuvo Ávila.

Muchos colombianos se declararon optimistas con el anuncio del cierre de la negociación.

"Estoy feliz, ya era hora de acabar con la guerra. Será difícil lo que viene, pero entre todos loscolombianos podemos con lo que se venga", dijo Margarita Nieto, una contadora de 28 años en Bogotá, en medio de una persistente llovizna.

 

Estos son los seis puntos acordados, recogidos en el comunicado conjunto:

Desde La Habana, Cuba, los negociadores de paz hicieron el anuncio oficial del acuerdo final entre el Gobierno y las Farc tras más de cincuenta años de guerra, los últimos cuatro en negociaciones.

Rodolfo Benítez, garante de Cuba, fue el encargado de iniciar a leer el comunicado conjunto en la tarde de este miércoles. En este se anunció que finalmente ambas partes quedaron conformes con la totalidad de los puntos de la Agenda del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia.

El Acuerdo Final contiene los siguientes puntos, con sus correspondientes acuerdos, que pretenden contribuir a las transformaciones necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera.  

El Punto 1 contiene el acuerdo “Reforma Rural Integral”, que contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural. La “Reforma Rural Integral” debe integrar las regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los derechos de la ciudadanía.

El Punto 2 contiene el acuerdo “Participación política: Apertura democrática para construir la paz”. La construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política.

En especial, la implementación del Acuerdo Final contribuirá a la ampliación y profundización de la democracia en cuanto implicará la dejación de las armas y la proscripción de la violencia como método de acción política para todas y todos los colombianos a fin de transitar a un escenario en el que impere la democracia, con garantías plenas para quienes participen en política, y de esa manera abrirá nuevos espacios para la participación.

El Punto 3 contiene el acuerdo “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas”, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las reglas que rigen el Cese, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la reincorporación de las FARC-EP a la vida civil.

Contiene también el acuerdo “Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil –en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses”. Sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera requiere de la reincorporación efectiva de las FARC-EP a la vida social, económica y política del país. La reincorporación ratifica el compromiso de las FARC-EP de cerrar el capítulo del conflicto interno, convertirse en actor válido dentro de la democracia y contribuir decididamente a la consolidación de la convivencia pacífica, a la no repetición y a transformar las condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio.

El Punto 3 también incluye el acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. Para cumplir con este fin, el acuerdo incluye medidas como el Pacto Político Nacional; la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; la Unidad Especial de Investigación; el Cuerpo Élite en la Policía Nacional; el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política; el Programa Integral de Seguridad y Protección para las Comunidades y Organizaciones en los Territorios; y las Medidas de Prevención y Lucha contra la Corrupción.

El Punto 4 contiene el acuerdo “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”. Para construir la paz es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas. Para lo cual se promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la criminalidad organizada asociada al narcotráfico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud pública, diferenciado y de género.

El Punto 5 contiene el acuerdo “Víctimas”. Desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las víctimas debería estar en el centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros.

El Sistema Integral está compuesto por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Unidad Especial para la Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado; la Jurisdicción Especial para la Paz; las Medidas de reparación integral para la construcción de la paz; y las Garantías de No Repetición.

El Punto 6 contiene el acuerdo “ Mecanismos de implementación y verificación” en el que se crea una “Comisión de implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias”, integrada por  representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resolución de diferencias, y el impulso y seguimiento a la implementación legislativa.

Adicionalmente crea un mecanismo de acompañamiento para que la comunidad internacional contribuya de distintas maneras a garantizar  la implementación del Acuerdo Final y en materia de verificación se pone en marcha un modelo con un componente internacional integrado por los países que durante el proceso han tenido el papel de garantes y acompañantes y dos vocerías internacionales, todo ello soportado en la capacidad técnica del Proyecto del Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame de los Estados Unidos.

Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP reiteramos nuestro profundo agradecimiento a todas las víctimas, las organizaciones sociales y de Derechos Humanos, las comunidades incluyendo los grupos étnicos, a las organizaciones de mujeres, a los campesinos y campesinas, a los jóvenes, la academia, los empresarios, la Iglesia y comunidades de fe, y en general a los ciudadanos y ciudadanas que participaron activamente y que a través de sus propuestas contribuyeron al  Acuerdo Final. Con su participación lograremos la construcción de una paz estable y duradera.

 

*Texto tomado de Reuters

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