Homenajean en el Atanasio Girardot a víctimas y sobrevivientes de tragedia aérea

Este miércoles a las 6:45 p. m. se tenía planeado disputar el partido de ida de la Copa Sudamericana en el Atanasio Girardot. En este mismo lugar se decidió homenajear a víctimas mortales y sobrevivientes del accidente que sufrió el avión que transportaba a los jugadores de Chapecoense y a su comitiva.

Aunque los hinchas verdolagas vieron frustrada su ilusión de conseguir una victoria sobre el equipo brasileño, llegaron a la misma hora del inicio del encuentro y llenaron las graderías.

Las banderas, camisetas y fronteras quedaron de lado a la hora de rendir tributo a la memoria de los 71 fallecidos que venían con el sueño de que este pequeño club derrotara a Atlético Nacional y lograra por fin coronarse campeón de su primer título internacional.

La Alcaldía de Medellín invitó a todos los ciudadanos a participar de este evento abierto al público. Sin embargo, antes de las 6:00 p. m. se detuvo el ingreso pues, según explicaron las autoridades, “la cantidad de asistentes superó todas las expectativas (…) Una puerta abierta nuevamente puede significar una estampida de personas que quieran entrar al estadio, lo cual resulta muy riesgoso”.

La multitud se vistió de blanco para despedir al equipo que en un principio era su rival, pero que, tras la dolorosa noticia, solidarizó a la capital paisa y a toda Colombia. Flores, sombrillas, pañuelos y pancartas también llenaron las gradas del Atanasio. Los asistentes liberaron 71 palomas en memoria de las víctimas fatales.

El técnico, los jugadores y los dirigentes de Nacional salieron a la cancha con flores en sus manos para despedir simbólicamente al Chapecoense.

Muchos de los más de 40.000 asistentes, incluidos seguidores de otros clubes colombianos, lloraron durante el minuto de silencio y los himnos interpretados por una banda militar.

Helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana que participaron en las labores de rescate de las víctimas sobrevolaron el estadio durante la ceremonia.

"Oooooeeee, oooeeee, vamos Chape", cantaron los aficionados que extendieron en las tribunas pancartas que decían "el fútbol no tiene fronteras" y "todos somos chapecoenses".

"En este momento de gran tristeza las expresiones de solidaridad que aquí encontramos nos ofrecen un grado de consuelo inmenso, una luz en la oscuridad cuando intentamos comprender lo incompresible", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra, con la voz quebrada por el llanto.

Serra aseguró que los dos equipos comparten en sus uniformes el blanco y el verde, colores símbolos de paz y de esperanza.

Los forenses identificaron a las primeras 45 personas de las 71 que murieron al estrellarse el avión con el Chapecoense, mientras que grabaciones revelaron que el piloto reportó emergencia por falta de combustible y pidió desesperadamente permiso para aterrizar.

Juan Carlos de la Cuesta, presidente de Atlético Nacional, informó a quienes tenían entradas para asistir al partido que pueden reclamar el dinero o donarlo a los familiares de los fallecidos. 

La administración de la ciudad también decidió decretar tres días de duelo en homenaje al equipo Chapecoense, los periodistas y miembros de la tripulación que perdieron la vida.

El accidente desintegró al Chapecoense, un modesto equipo que ascendió meteóricamente desde la cuarta división a la serie A en el 2014 y logró llegar a una final continental, pero que no pudo jugar el que habría sido el partido más importante de su historia. 

 *Redacción CANAL CAPITAL y Reuters