Obama expulsó diplomáticos rusos que habrían interferido en las elecciones

Una tensa calma se respiraba en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Pese a que desde la Casa Blanca se lanzaban unas cuantas puyas que eran sorteadas desde el Kremlin, este jueves la diplomacia quedó a un lado.

El gobierno del presidente Barack Obama expulsó a 35 agentes rusos y le impuso sanciones a los dos principales servicios de inteligencia de Rusia. ¿La razón? La Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA, considera que desde Moscú se coordinaron ataques informáticos que incidieron en el resultado final de las elecciones presidenciales en las que resultó elegido el candidato republicano, Donald Trump. “Todos los americanos deberían estar alarmados”, dice la Casa Blanca. 

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Los cuatro funcionarios de inteligencia rusos que fueron sancionados son: Igor Valentinovich Korobov, el actual jefe del Departamento Central de Inteligencia (GRU, por sus siglas en ruso) y los diputados Sergey Aleksandrovich Gizunov, subdirector del GRU; Igor Olegovich Kostyukov, primer jefe adjunto y Vladimir Stepanovich Alekseyev, otro jefe adjunto de esa organización de inteligencia.

El pasado diez de diciembre se conoció que la CIA “atribuye a personas vinculadas al Gobierno ruso la difusión de correos electrónicos robados que acabaron dañando a la candidata demócrata, Hillary Clinton“.

Fuentes gubernamentales citadas por la prensa estadounidense, señalaron que personas cercanas a Putin entregaron a la organización Wikileaks los correos del Comité Nacional Demócrata y del presidente de la campaña de Clinton, John Podesta. Después Wikileaks los publicó.

“La valoración de la comunidad de inteligencia es que el objetivo de Rusia era favorecer a un candidato sobre otro, ayudar a que Trump saliese elegido. Este es el consenso”, dijo una alta fuente gubernamental a The Washington Post.

Desde el principio el presidente electo Donald Trump ha mostrado sus dudas con relación a la influencia de Rusia en las elecciones.

“Son la misma gente que dijo (la CIA) que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Creo que debemos seguir con nuestras vidas. Creo que las computadoras tienen vidas muy complicadas. Toda la era de las computadoras ha hecho que nadie sepa exactamente lo que está pasando. Tenemos velocidad y muchas otras cosas, pero no estoy seguro de que tengamos el tipo de seguridad que necesitamos”.

Está por verse si una vez Trump asuma la presidencia, mantendrá en firme las sanciones contra el personal ruso sancionado este jueves.

Esta movida de la diplomacia de Estados Unidos, sería la última y más fuerte ejecutada por Obama antes de entregar el cargo.

La reacción del gobierno ruso fue inmediata. Considera que las sanciones impuestas por Estados Unidos son “contraproducentes” y van a “dificultar el restablecimiento de las relaciones bilaterales” entre Moscú y Washington.

Dmitri Peskov, el portavoz del presidente ruso Vladímir Putin señaló que la decisión de Obama busca restarle margen de maniobra al próximo mandatario.

Se trata de una “manifestación de la política exterior impredecible y agresiva”, añadió el portavoz del presidente ruso, con la que Obama busca un segundo objetivo: “socavar considerablemente” las posiciones de la futura Administración en la escena internacional, así como sus futuros planes.