Rock al Parque 2018: Entre la tradición y la apuesta

Rock al Parque ya se siente en el aire. Ese pálpito indescifrable que persiste en la cita musical de carácter gratuito más grande de América Latina tras 23 ediciones a las que una más está por sumarse. Ad portas de una nueva oportunidad en que el rugido de los amplificadores inunde al Parque Simón Bolívar, Bogotá se prepara para recibir visitantes de todas las latitudes del país y otros lugares del mundo dispuestos a dejarse contagiar por la energía que solo el rock n’ roll en vivo es capaz de proporcionar. Como ya es costumbre, el nombre de Rock al Parque viene acompañado de polémicas de diversa índole y este año no ha sido la excepción. La primera de ellas viene por cuenta de una programación visiblemente recortada programación en jornada tradicionalmente dedicada al metal, que, dicho sea de paso, ha sido la que mayores niveles de asistencia ha aportado en la historia del festival de forma sostenida. En su edición número 24, solo 13 bandas de sonidos extremos se presentarán en las tres tarimas dispuestas para la ocasión. Sin embargo la jornada dedicada a sonidos extremos se muestra con mucho que ofrecer, gracias a la presencia de bandas locales de relevancia como la insignia paisa Masacre, actuando en el marco de la gira que celebra sus 30 años de servicio al death metal, Skull desde Cali también marcando sus dos décadas de formación, los poderosos capitalinos Tears of Misery, Loathsome Faith que luego de un receso han retomado las armas apareciendo en diversos espacios dando cuenta de un soberbio nivel, e Implosion Brain que reaparece en el festival luego de tres años de ausencia. Todos ellos serán protagonistas junto a un célebre componente internacional integrado por bandas como Dark Funeral y Dark Tranquillity desde Suecia, los demoledores Cattle Decapitation y Suffocation desde Estados Unidos y la cuota de thrash metal a cargo de los españoles Angelus Apatrida. La jornada del domingo se la juega por sonidos más experimentales, si bien el Escenario Plaza se decantará por el metalcore y corrientes modernas de metal como la que proponen los locales Syracusae, quienes actuarán junto a bandas del peso de Walls of Jericho liderados por la poderosa voz de Candace Kucsulain y Suicide Silence, encargados de cerrar la jornada. Más temprano sobre la misma tarima, tendremos la oportunidad de ver también a Desnudos en Coma, fácilmente una de las más interesantes bandas nacidas dentro de nuestras fronteras en los últimos años. Rock al Parque hace su apuesta de sonoridades distintas representadas en bandas como Jupiter & Okwee desde República del Congo, los americanos Antibalas y los locales ganadores de la convocatoria Mad Tree. El día lunes se antoja imperdible a la luz de la reaparición de bandas paisas como La Mojiganga y Nadie, y la esperada Tokyo Ska Paradise desde Japón, además de dos tríos de lujo: por un lado Alain Johannes, artista de origen chileno y que suma a su carrera solista colaboraciones permanentes con Queens of the Stone Age, PJ Harvey o Them Crooked Vultures. Por otro lado, uno de los personajes claves dentro de la historia del rock alternativo: Lee Ranaldo, guitarrista de la disuelta y seminal Sonic Youth. Los cierres de la tarima tienen también sabor a apuesta por parte del festival: Kadavar, banda de suma relevancia dentro del panorama del stoner, visita por primera vez nuestro país desde Alemania, mientras que en la tarima principal serán los californianos Pennywise los encargados de brindar el cierre, estandartes indiscutibles del punk rock en el mundo, celebrando a su vez tres décadas en el ruedo y el lanzamiento de su nuevo álbum “Never Gonna Die”. El apartado local no es menos atractivo. Los legendarios Ship, la agrupación pionera del hard rock y progresivo regresa, además como parte de la convocatoria distrital, los viejos conocidos de Rock al Parque Skampida, y una tarima Eco cuyo común denominador será la presencia femenina sobre el tablado. Una vez más Rockombia pone en marcha su alianza con Canal Capital para llevarles todos los pormenores de lo que ocurra dentro y fuera de las tres tarimas de Rock al Parque. La invitación es para que asistan, no solo a ver las bandas de su preferencia que seguramente aparecen marcadas con antelación en su ruta de este año, sino que también sean curiosos y se dejen sorprender por el abanico de opciones que Rock al Parque ha dispuesto este 2018 para su edición número 24, entre la tradición y la apuesta seguro esperan las más grandes recompensas. Incrustado como ningún otro evento en el imaginario colectivo de la comunidad musical de nuestro país, Rock al Parque sigue escribiendo su historia y abre sus puertas para que seamos parte de ella.