El aumento de precio del ACPM superaría los 15 mil pesos para 2025

El panorama del transporte en Colombia está a punto de experimentar un cambio significativo con el anunciado aumento en el precio del ACPM (diésel), una medida que, aunque esperada, promete tener repercusiones económicas y sociales de gran alcance. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dio a conocer los detalles de este ajuste, el cual se llevará a cabo en tres etapas a lo largo de 2024 y 2025.

Habrá tres incrementos programados:

El plan, según lo expuesto por Bonilla, contempla un incremento total de $6.000 por galón, dividido en tres ajustes semestrales de $2.000 cada uno. El primer aumento se realizará antes de finalizar 2024, seguido por un segundo a mediados de 2025, y el último a finales de ese año. Con este ajuste, el precio del ACPM, que actualmente se ubica en $9.456 por galón, superaría los $15.000 para fines de 2025.

A diferencia del incremento mensual que se ha venido aplicando al precio de la gasolina, el gobierno ha optado por realizar estos ajustes de manera semestral. La razón, como explicó el ministro, es evitar que los transportadores de carga enfrenten un impacto inmediato en los costos de operación, lo cual podría tener consecuencias graves para la economía.

Quizá le interese leer: Desarticulan Banda Delincuencial ‘Los Jordan’ en Colombia: Especialistas en Fraude Bancario por Internet

Impacto en la inflación y la economía:

El aumento en el precio del ACPM tendrá un efecto directo en la inflación, un tema que preocupa tanto a los consumidores como a los empresarios. Según las proyecciones del Gobierno, este incremento podría añadir un 1,4 % a la inflación para finales de 2024. Esto, sumado a las ya elevadas proyecciones de inflación que maneja Fedesarrollo, con una expectativa de cierre de año en 5,7 %, pone de manifiesto la presión que esta medida ejercerá sobre el poder adquisitivo de los colombianos.

Es importante destacar que el transporte por carretera es el principal medio para mover bienes y alimentos en el país, por lo que cualquier incremento en los costos de combustible se trasladará, inevitablemente, a los precios de productos y servicios. La situación se verá agravada por el aumento en las tarifas de peajes, lo que suma un nuevo elemento de presión para los transportadores y, en última instancia, para los consumidores.

El déficit del FEPC y la justificación del aumento:

Detrás de esta medida está la necesidad de reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Este déficit, que alcanzó los $37 billones al cierre de 2022, ha sido una carga significativa para el Presupuesto General de la Nación. A pesar de los ajustes realizados al precio de la gasolina, el gobierno de Gustavo Petro enfrenta el desafío de corregir el desbalance en el precio del diésel, que en 2023 generó un déficit de $15,2 billones y que se espera cierre en $12 billones este año.

Cada uno de los incrementos en el precio del ACPM contribuirá a reducir el déficit del FEPC entre $2 y $3 billones, según las estimaciones del Ministerio de Hacienda. Sin embargo, este esfuerzo por equilibrar las finanzas del Estado tendrá un costo que se reflejará en la economía de los hogares y en la competitividad del sector transporte.

Lea también: ¿Cómo funciona el programa de empleo joven impulsado por la Cámara Colombo-americana? Hablamos con María Claudia Lacouture
 

Consecuencias sociales y políticas

El aumento en el precio del ACPM también tiene un trasfondo social y político que no puede pasarse por alto. En 2023, decenas de transportadores de carga protagonizaron protestas en Bogotá en respuesta al incremento del precio de los combustibles. Este escenario podría repetirse, dado que los transportadores, que ya lidian con altos costos operativos, podrían verse nuevamente motivados a expresar su descontento frente a esta nueva medida.

El aumento en el precio del ACPM es una medida que el Gobierno ha considerado necesaria para reducir el déficit del FEPC, pero que traerá consigo un impacto considerable en la economía colombiana. Con el primer incremento previsto para antes de que termine 2024, los colombianos deberán prepararse para enfrentar un año 2025 marcado por la inflación y por un incremento en los costos de bienes y servicios. La pregunta que muchos se hacen es si el país está listo para asumir este desafío sin que se afecte significativamente el bienestar de su población.