¿Puede haber escasez de energía en Bogotá por falta de agua? El balance del racionamiento en la ciudad

El racionamiento de agua en Bogotá comenzó su tercer ciclo este lunes. Consiste en la suspensión del servicio, de 8 a.m. de un día a 8 a.m. del día siguiente, en zonas sectorizadas de la ciudad. Se compone de nueve turnos en los cuales se incluyen puntos de abastecimiento fuera de la capital y municipios vecinos como Chía, Cota o Soacha.

Si bien la medida se tomó ante el bajo nivel de los embalses de agua que nutren a la ciudad, responde a algo que va mucho más allá del uso del recurso: un probable escenario con escasez de energía eléctrica.

Recordemos que diversas plantas de suministro de energía funcionan con procesos de uso de agua, por lo cual el bajo nivel de los embalses (y la escasez de lluvia por el Fenómeno del Niño. Volvieron los aguaceros, sí, pero hace apenas unas semanas) también compromete la luz de las y los ciudadanos de Bogotá.

¿Cuál es el panorama que dejó abril de esta problemática?

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‘Chuza tardaría cuatro meses en recuperarse’: CAR

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca mantiene un monitoreo constante de los embalses que nutren de agua a la ciudad. A raíz de ello, la entidad indicó que harían falta por lo menos 30 metros cúbicos por segundo durante cuatro meses para que el embalse Chuza, del sistema Chingaza, se estabilice a niveles funcionales.

La CAR resalta la importancia de medidas como el racionamiento y (aunque no tiene que ver con la operatividad distrital) el retorno de las lluvias durante las últimas semanas tanto en la capital como en zonas aledañas. Justamente, lo que espera la entidad es que llueva sobre los embalses con mayor prioridad que en las ciudades.

“El embalse Chuza recarga cerca de diez mil hectáreas ubicadas en el páramo hacia la cuenca de la Orinoquia. Los embalses que están localizados en la cuenca alta del río Bogotá se recargan en zonas de páramo y sub-páramo de la cuenca y es allí donde debe llover”, señaló Alfred Ballesteros, director de la CAR.

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El funcionario también indicó que el gran inconveniente es que se usa más agua de la que ingresa en los embalses, lo cual hace que tengan un nivel descendente. Este ha sido el caso de Tominé y Chuza.

Durante los últimos días, el único embalse con avance notorio constante es el San Rafael.

Ante la emergencia, Bogotá hace uso de la historia: volvió a funcionar la planta de tratamiento de Vitelma, la cual fue una de las primeras en construirse en la ciudad (es Patrimonio Histórico de la ciudad) y llevaba 5 años fuera de funcionamiento. Está ubicada en la localidad de San Cristóbal.

Ahora bien, ¿por qué el Grupo de Energía de Bogotá advierte sobre crisis eléctrica?

La empresa indicó que, de no tomarse las medidas adecuadas para el ahorro de agua y la utilización debida del recurso, se podría plantear un racionamiento de energía ante posible riesgo de apagón.

La GEB indicó que la capital no cuenta con la infraestructura suficiente para cumplir con las necesidades de abastecimiento de todo el territorio. Solicitaron espacios de diálogo con autoridades ambientales y con la comunidad para desarrollar soluciones y evitar cortes de energía en el futuro.

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En su momento, el alcalde Carlos Fernando Galán indicó que esa podría ser una de las consecuencias si no se tomaban medidas para el ahorro de agua. Este es uno de los primeros pronunciamientos, al menos desde el ámbito energético, sobre los niveles críticos en los embalses. De todas formas, la GEB, ENEL Colombia y otras entidades impulsan diversas iniciativas de conciencia ciudadana ante el riesgo de apagón.

Este último día de abril deja un panorama con luces y sombras. Los tres cuerpos de agua principales muestran tendencia ascendente: San Rafael cierra con 24 % de su capacidad, Chuza con 15 % (es muy bajo pese al aumento) y Tominé no alcanzó a descender del 50 %, pero las autoridades instan a seguir con las medidas de ahorro de agua teniendo en cuenta, sobre todo, el nivel de Chuza y en general el funcionamiento limitado del sistema Chingaza.